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El Mundial de Catar ya está a la vuelta de la esquina y en KlipDraw seguimos analizando equipos. En este artículo, nos fijamos en el grupo E y, más en particular, en los rivales de España. Fernando Nuñez, entrenador y analista, nos ayuda a conocer a las selecciones de Japón, Costa Rica y Alemania.
Germanos y españoles parten, a priori, como los dos equipos favoritos del grupo. En teoría, la primera plaza del grupo E se tendría que decidir entre ambos. Sin embargo, tanto la selección asiática como la centroamericana son dos rivales a tener en cuenta: equipos complicados con unas ideas muy claras y un bagaje muy bueno.
Japón es una de las grandes incógnitas del grupo E de este Mundial 2022. Una de las selecciones más potentes del fútbol asiático, lleva años practicando un fútbol atractivo y sus jugadores cada vez tienen mayor presencia en el fútbol europeo. Futbolistas muy dinámicos y de gran velocidad, el equipo nipón basa precisamente su juego en esa velocidad unido a una alta presión.
Su sistema preferido es el del 1-4-4-2:
- Dos puntas de mucha movilidad y rápidos
- Dos jugadores de banda que destaquen por su buen ‘uno contra uno’
- Dos mediocentros que tengan largo recorrido y sean capaces de realizar buenas conducciones para lanzar los contraataques a alta velocidad.
- La línea defensiva se caracteriza por ser rápida para en caso de fallar su presión poder replegar lo más rápido posible.
Basan su fortaleza defensiva en defender lo más arriba posible, con todo el equipo tras el balón. Orientan la circulación del balón rival hacia la banda y es ahí donde aumentan el ritmo defensivo para realizar una presión muy alta, con hasta cuatro jugadores tapando las líneas de pase y los apoyos cercanos del rival.
Tienen el mismo comportamiento si el rival recupera en su campo, ya que rodean al poseedor del balón y le tapan todas las líneas de pase hasta que éste se ve obligado a retroceder el esférico.
Además de lo anterior, una de las características reseñables es la acumulación de jugadores en el área, para defender tanto el centro lateral como las entradas de segunda línea.
Japón acumula hasta 5 jugadores en el área. Estos se distribuyen de la siguiente manera: uno en el primer palo, otro en el medio, otro en el segundo palo, uno cerca del punto de penalti. El quinto se coloca entre central y lateral para cerrar el espacio que se dejó, cuando se trata de centro lateral, ocasionado por la salida del lateral a enfrentarse en un duelo individual contra el jugador de banda rival.
Realiza un inicio del juego corto para atraer a sus rivales y poder atacar con espacios y con velocidad. Además, intenta minimizar los riesgos con pocos pases pero muy rápidos. La colocación para iniciar el juego es de centrales abiertos, con laterales profundos y los medio centros cerca, pocos pases y rápidos para plantarse en campo rival.
La principal idea del equipo es contraatacar a alta velocidad, por la cual un jugador realiza la conducción por dentro y buscando siempre un pase hacia delante, con mínimo dos jugadores corriendo por la banda de manera veloz sin balón.
Lo tienen tan claro que incluso a la hora de defender los jugadores más adelantados permanecen en posición para salir a correr con espacio.
Esta fase del juego es fundamental para su principal filosofía ofensiva: el contragolpe. Como bien hemos referido líneas más arriba, la colocación de los jugadores más adelantados para defender está orientada a poder salir a correr con espacios y con gente por delante.
Dos jugadores se abren hacia la banda y el primer pase es normalmente hacia delante para que el jugador que lo reciba, pueda conducir rápido. El resto sale corriendo por delante.
Tras pérdida de balón, el equipo practica una presión muy alta para no dejar avanzar al rival. El objetivo es robar lo más arriba posible y poder contraatacar. En caso de no conseguirlo, repliegan y se rearman para orientar al rival a jugar por banda y así poder poner en práctica esa presión alta en banda que tanto les caracteriza.
Tras una exitosa época de Alemania con Joachim Löw al frente de la “Mannschaft'', esta selección necesitaba de un proceso de reconstrucción. Tras la salida de Löw, Alemania se pone a las órdenes de Hansi Flick tras una exitosa etapa al frente del Bayern FC.
Hansi Flick ha trasladado a la selección el exitoso sistema de juego con el que ganó todos los títulos con el Bayern. Un 1-4-4-2 con jugadores de mucha movilidad con los que poder salir al ataque. Flick da una importancia capital a que los laterales sean de mucho recorrido y los delanteros cuenten tanto con gran movilidad como velocidad. Los otros cuatro jugadores que juegan en las otras dos líneas de dos sean capaces de moverse por todo el centro del campo.
A nivel defensivo es un equipo que defiende con cuatro jugadores atrás y dos mediocentros. Es posible que esta dupla de jugadores por delante de la defensa deba realizar muchas ayudas. Además, existe la posibilidad que deban ubicarse en los laterales para sustituir a los carrileros cuando estos han dejado su banda desguarnecida.
A la hora de realizar la defensa en el área, sobre todo en centros laterales, los teutones acumulan hasta cinco jugadores. La distribución se produce de la siguiente manera: un jugador en el primer palo, otro en el medio y otro en el segundo palo. Los tres en primera línea.
Otro tapa el espacio que ha dejado el lateral con el central por haber ido a por el jugador de banda y, a su vez, otro en el punto de penalti. Y, para rematar, otros dos jugadores al borde del área.
La salida de balón es siempre en corto y de manera combinativa, con el objetivo de atraer al rival y así empezar a generar espacios a sus espaldas. No les importa cuántos pases tengan que dar, pero los suelen realizar de manera muy rápida y vertical.
La colocación de los jugadores es de la siguiente manera: los centrales abiertos a ambos lados del área, los laterales profundos y los dos medios cercanos al área. Los otros cuatro están posicionados en campo contrario, para así generar espacios a sus compañeros. Uno de los mediocentros se meten con los centrales para generar superioridad numérica en todo momento.
Fútbol combinativo como seña de identidad para desarmar a sus rivales. Mucha movilidad de sus jugadores de las líneas de vanguardia, medios y delanteros, que propicia un fútbol vertical con pases cortos y largos de manera alterna, pero sin ninguna prisa.
A su vez, cuando sobrepasan la medular, Alemania mete a todos los jugadores posibles en territorio rival con el objetivo de tener todos los apoyos posibles y conservar el balón. Además, así pueden mover el balón de un lado a otro, moviendo al rival y encontrando los espacios necesarios.
Una característica esencial de Alemania es que mueve el balón con velocidad para crear espacios a la espalda del rival. Una vez conseguido su objetivo, atacan esos espacios y es ahí cuando le dan verticalidad a su juego para llegar al área contraria con mucho peligro.
Por último, a la hora de entrar al remate, se posicionan tres jugadores en primera línea y otro, por sorpresa, desde la segunda línea. Los tres primeros se distribuyen entre los dos palos y el cuarto entra por el carril central desde la segunda línea.
Al recuperar el balón, el primer objetivo es conservar la posesión del esférico -no les importa hacerlo de forma lenta- y el primer pase siempre es de seguridad, hacia atrás, para un compañero que será el primero que empiece a combinar.
Transición defensiva
La transición defensiva de Alemania se fundamenta sobre una presión alta. Tras perder el balón, los jugadores germanos se apresuran en recuperar el balón lo antes posible e impedir que los rivales no puedan avanzar. Hasta tres jugadores rodean al rival que tenga la posesión en ese momento.
Tras unos años con un buen rendimiento, Costa Rica vuelve a clasificarse para un Mundial. Y lo hace por un camino un tanto más sinuoso, tras eliminar en el repechaje a Nueva Zelanda. Fue un partido práctico en donde consiguió adelantarse rápido y supo mantener esa ventaja para superar la eliminatoria. Los ticos, acaso el equipo menos fuerte del grupo E del Mundial 2022, llegan a la cita mundialista con un equipo que mezcla juventud y veteranía, en el que no faltan toneladas de ilusión.
Con un 1-4-4-2, los costarricenses basan su sistema en:
- Una defensa muy rocosa y sólida
- Dos mediocentros de mucho trabajo
- Dos extremos de mucho recorrido que ayudan en defensa
- Dos delanteros veloces y muy dinámicos
Esta selección defiende con las líneas muy juntas. Dos líneas de cuatro jugadores que trabajan a destajo para tapar todas las líneas de pase. Especialmente por dentro, ya que creen en su fortaleza defensiva en el juego aéreo.
A la hora de defender por dentro, acumulan mucha gente detrás del balón para que el rival no pueda encontrar espacios a sus espaldas y cueste penetrar entre líneas.
Costa Rica acumula hasta seis jugadores para defender los centros laterales. ¿Cómo se distribuyen los jugadores centroamericanos para mantener a raya a los rivales? Un lateral presiona al jugador que tenga la pelota. Otros tres defensas se reparten entre el primer y segundo palo. Los otros dos restantes se colocan en el punto de penalti y otro de apoyo entre lateral y central.
Para terminar con el capítulo defensivo, Costa Rica destaca por orientar al rival que tiene el balón hacia una banda. A partir de ahí, presionan con eficacia tapándole todas las líneas de paso posible para terminar por robar la posesión.
Salida predilecta con una colocación de los centrales muy abiertos y unos laterales profundos en la mitad de su propio campo, un mediocentro en línea con los laterales y el otro más adelantado. Por último, para estirar el equipo, se monta una línea de cuatro jugadores en campo contrario, formada por los dos extremos bien abiertos y los dos delanteros por dentro.
Una vez han empezado el juego en corto y tras dar tres o cuatro pases, buscan en largo sobre el espacio que se generó a la espalda del rival.
Intentan finalizar las jugadas de una manera veloz, llegando al área rival en poco tiempo. Para ello, la movilidad de los delanteros es de lo más destacable, ya que facilitan la labor del equipo. Una vez que llegan al área lo hacen con pocos jugadores pero atacan bien los espacios y logran rematar a portería. Hasta tres jugadores son los que llegan al área para poder rematar, atacando el primer palo, el segundo palo y el punto de penalti.
Tras el robo, el primer pase es hacia delante e intentan correr con dos o tres jugadores, pero sin un gran despliegue. La transición ofensiva no es, por lo tanto, una de sus armas favoritas.
El equipo suele replegarse lo más rápido posible y así poder acumular diversos jugadores, detrás del balón, una vez ha perdido la pelota. Directamente el jugador más cercano suele ir a la presión y el resto se repliega.
Sin grandes alardes, nos encontramos con una selección bien conjuntada y que tiene claro que minimizando los errores puede tener oportunidades con cualquiera, lo que le confiere una condición de enemigo ‘desconocido’ y muy peligroso.
Fernando Nuñez
Colaborador de KlipDraw
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